Reflex 4: Voluntad
Plantear una reflexión sobre la voluntad sería osado, un texto largo, lleno de matices, haciendo alusión a filósofos y autores que han dedicado mucho tiempo y estudios a este concepto y el desarrollo en el hombre.
Por ello, desde aquí, lo que vamos a hacer es darle un carácter práctico y aplicado a la vida cotidiana; para que cada uno piense en sí mismo y de alguna forma os pueda servir.
Como descripción de voluntad tenemos la de Enrique Rojas un médico y catedrático español nacido en Granada en 1949. Y dice: “La voluntad consiste, ante todo, en un acto intencional, de inclinarse o dirigirse hacia algo, y en él interviene un factor importante: la decisión”.
Así, si quieres hacer algo, además de tener claro lo que quieres y proponértelo, es necesario que sepas que el cambio puede ser lento, y que en ocasiones las circunstancias no te acompañarán, o que en un momento dado puedes preferir hacer otra actividad que te da una satisfacción mayor en el presente, pero que sabes bien que te aleja del objetivo que te propusiste.
Si diseñaste bien lo que quieres conseguir (tu objetivo en cualquier área de tu vida), ahora la voluntad debe tomar fuerza. La tendrás que entrenar cada día como si de un músculo se tratara. ¿Cómo? En primer lugar, empieza por poner atención a aquellos momentos en los que quieres hacer otra cosa que te producen más placer ahora, pero que tú sabes que no te llevan donde quieres llegar. También a momentos de debilidad por algún inconveniente surgido, o que de repente creas que no vas a poder, pensar que no te lo mereces, etc. Una vez detectados esos momentos llega un momento clave, pasamos al segundo paso: recordar el objetivo que te propusiste, posponer la satisfacción momentánea, plantearte pequeños pasos dirigidos hacia tu objetivo para que sea más llevadero ese instante de debilidad y desde ahí hacer frente a las adversidades que se puedan presentar. Seguir con lo que estábamos.
Esto crea una fortaleza en la persona que le puede acompañar en su vida, hacer lo que sabes que quieres hacer, siendo consciente de tu propia vida y decidiendo por tí mismo sin tambalearte, o dejarte llevar por los múltiples entretenimientos que te pone la vida, para que te quedes a medio camino.
Volviendo a Enrique Rojas y cerrando: “La clave está en la constancia, en no abandonarse”.